Aunque siempre se ha tomado como referencia fundacional de la creación de
Los Villares la conocida célula expedida por la reina Da Juana en Burgos el año
de 1508 autorizando y promoviendo la creación de nuevas poblaciones en el
ámbito territorial del Concejo de Jaén, lo cierto es que hubo anteriormente otro
intento colonizador que por diversas causas no llevó a efecto. Sobre él
queremos ofrecer unas breves notas que más por extenso analizamos en la
historia del pueblo que actualmente utilizamos. La campaña emprendida por
los Reyes Católicos para dominar el último enclave musulmán, el Reino de
Granada, experimentó un señalado avance por tierras de Jaén. Un fuerte
ejército dirigido personalmente por el rey D. Fernando y en el que formaban
6000 hombres del Reino de Jaén mandados por el corregidor Francisco
Bobadilla, con el novedoso y terrorífico apoyo de las primeras piezas de
artillería que dirigía el legendario artillero Francisco Ramírez de Madrid, cruzó laSierra y puso cerco a las fortalezas de Cambil y Alhabar, que no pudieron
resistir el empuje y se rindieron el 22 de septiembre de 1485, pasando su
alcaide Mohamad Lentín a Jaén para besar las manos de la reina Da Isabel,
como signo de sumisión y vasallaje antes de retirarse a Granada. Despejado el
peligro que suponía aquella bélica frontera, dueños de las fortalezas de Arenas,
Cambil, Alhamar y Otíñar... que aseguraron el control de la Sierra, se proyectó
la repoblación de la zona más feraz de la Sierra Sur, levantando población en
los hasta entonces solitarios cortijos de Los Villares. Las referencias a esta
fallida repoblación las localizamos en el Archivo General de Simancas
(Valladolid), en cuya sección de “Registro General del Sello” se hayan. Este
Registro del Sello se configuró en tiempos de los Reyes Católicos que en las
Cortes de Madrigal, de 1476, ordenaron que el canciller-registrador “tome
registro foradado de cada una carta y provisión que registrare y lo ponga en el
libro de su registro, de otra guisa que no de fe que es registrada la tal carta...”.
Y gracias a ello es como nos ha dejado la noticia de la primera repoblación de
Los Villares, asunto sobre el que localizamos dos referencias. El 18 de
noviembre de 1489 los Reyes Católicos daban licencia al Concejo de Jaén para
comenzar la repoblación de una extensa zona de Sierra comprendida entre la
ciudad, el castillo de Otíñar y las márgenes del río Eliche, creándose una villa
en los cortijos de Los Villares, que servía para asegurar la zona, hasta entonces
muy despoblada y para iniciar los duros trabajos de roturación de aquellos
inmensos baldíos. El proyecto se dilató por intereses particulares hasta que de
nuevo, el 4 de marzo de 1494 se reactivó repartiéndose siente vecindades a
otros tantos moradores de Jaén, con la obligación de que construyeran sus
casas y comenzaran la roturación de las parcelas rústicas adjudicadas. Pero
pronto surgió el fraude, pues los nuevos colonizadores, una vez adquirida la
propiedad de la tierra, continuaron residiendo en Jaén, no levantaron sus casas
y sólo acudían esporádicamente cuando el laboreo lo precisaba. Los jurados,
que eran los miembros del ayuntamiento que representaban al vecindario y
vigilaban el buen orden ciudadano en todos los sentidos, aprovecharon esta
situación de incumplimiento y dada la ligazón de algunos de ellos con la
poderosa organización ganadera que en aquel momento era la Cofradía de
Santo Domingo de los Pastores, consiguieron que el Concejo de Jaén se
desdijese de su proyecto colonizador y determinara que las tierras de la Sierra
Sur y las riveras de los ríos Frío y Eliche, quedaran como zona de
almacenamiento de pastos, donde los ganaderos de Jaén tuvieran asegurado el
sustento de sus nutridos rebaños, e incluso pudieran contar con algunos gajes
más como el carboneo, la saca de leña, aprovechamiento de colmenas, etc. Se
frenó así un esperanzador atisbo de colonización, que habría que esperar hasta
que el 17 de marzo de 1508, la reina Da Juana, otra vez a instancias del voluble
Concejo de Jaén, lo reactivara. De aquellos proyectos de 1489 y 1494 perdiose
la memoria. Y solo algunos investigadores -Coronas Vida, Ladero Quesada- lo
han mencionado. Por eso para que no se pierda su memoria, nosotros hemos
querido rescatar su testimonio escrito que ahora duerme silencio de siglos en
la quietud de un señorial archivo castellano.
Nº15
Curso 99/00
tercer trimestre
Manuel López Pérez
Cronista Oficial de Los Villares
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