La historia de los pueblos la hacen, con penas o con glorias todos y cada uno
de sus hijos. Muchos han sido los villariegos que a lo largo del tiempo han
labrado páginas de honor en la historia del pueblo. De algunos de ellos
ofrecemos una breve semblanza que a la vez que recuerda su memoria nos
puede servir de ejemplo y testimonio.
D. PEDRO DEL ALCALDE (+1811) Patriota y guerrillero
El nombre de Pedro del Alcalde se ha repetido múltiples veces en los siglos
XVIII y XIX entre el paisanaje de Los Villares. El que aquí nos ocupa fue un
modesto labrador que por su honradez y seriedad ocupó, pese a su limitadainstrucción, diversos puestos de representación en el Concejo de Los Villares. El
31 de mayo de 1808, apenas declarada la guerra al francés, el Concejo le envió
a la capital al mando de una partida de escopeteros para ofrecer sus servicios
al Duque de Montemar y a la Junta Superior de Defensa del Reino de Jaén. En
los combates que tuvieron lugar en Jaén el 3 de julio de 1808 contra las fuerzas
del general Cassagne, hizo prodigios de valor. Con un grupo de dieciocho
villariegos defendió valerosamente el paso de la Fuente de la Peña, persiguió al
enemigo al interior de la ciudad y se hizo fuerte, con tres paisanos, en una casa
próxima al Egido de Belén y la Puerta de Barrera, posición que defendió desde
las nueve de la mañana a las siete de la tarde, matando con su certera
puntería un oficial y treinta soldados. La Junta de Defensa premió su valor
dándole la graduación de alférez, condecorándole con el “Escudo al Valor y la
Lealtad” y poniendo a su mando una partida de cazadores a caballo compuesta
por cuarenta y tres hombres. Con esta partida Pedro del Alcalde actuó en las
provincias de Jaén y Córdoba, consiguiendo sonados triunfos. En 1811 quedó
agregado en condición de “Teniente graduado de Capitán” al Regimiento de
Infantería de Burgos, operando con éxito en la Sierra de Cazorla y Loma de
Úbeda. Apresado por los franceses estuvo cautivo en el castillo de Santa
Catalina. Juzgado por la temida Comisión Criminal, se le condenó a muerte. Al
no conseguir verdugo que le colgase de la horca fue fusilado, según la
Ordenanza sobre el muro del Arco de San Lorenzo, en Jaén, colgando después
su cadáver en un patíbulo que se levantó en la plaza de Santa María. Su cuerpo
fue después recogido piadosamente por los clérigos del Sagrario y enterrado
en la cripta parroquial. Era el 18 de junio de 1811.
D. PABLO ALCALDE HIGUERAS (1927-1996) Músico y poeta.
Nació en Los Villares en 25 de enero de 1927. Realizó sus estudios musicales
en el Real Conservatorio de Madrid con brillantes calificaciones. A comienzos
de los años cincuenta formó una orquesta denomidada “La Villarense”, donde
tocaba el violín. En 1955 se estableció en Andújar donde fue alma de un
conjunto músico-vocal llamado “Los Románticos” que se hizo muy popular en la
provincia. Con él grabó en 1960, en la casa Hispavox, un cancionero en honor a
la Virgen de la Cabeza. Formó varias rondallas, de las cuales la más conocida
fue la rondalla “San Eufrasio” con la que realizó muchas giras. Plenamente
integrado en la ciudad iliturgitana, fue un hombre muy querido y popular, tanto
por su dedicación a la música como por su labor poética, de la que dejó dos
libros, “La poesía de Pablo Alcalde” (1982) y “Junco en vuelo” (1992). Su labor
fue reconocida, designándole en 1992 Hijo Adoptivo de Andújar y en 1996
Maestro Honorario del Colegio “San Bartolomé”. Falleció en Andújar el 15 de
diciembre de 1996.
D. FEDERICO ANGUITA PALACIOS (1901-1989) Sacerdote.
Nace en Los Villares el 7 de octubre de 1901. Tras estudiar en los seminarios de
Baeza y Jaén fue ordenado sacerdote el 14 de junio de 1924. Fue coadjuntor en
Lopera (1924-1926). Luego (1926-1928) estuvo en la Puerta de Segura de
donde pasó a la ciudad de Andújar donde permaneció hasta la guerra civil que
hubo de volver a su pueblo natal. En 1939 pasó a la parroquia de Porcuna y en
1941 llegó a la de Mengíbar. Su labor pastoral fue muy amplia, iniciando una
curiosa experiencia catequística mediante la utilización de la radiofonía, en la
que fue un experto. En 1950 pasó a la parroquia de Torredelcampo donde
permaneció hasta su jubilación en 1971. Los últimos años de su vida los pasó
en el pueblo y en la residencia de ancianos las Hermanitas de los Pobres.
Falleció en marzo de 1989.
D. JUAN VICENTE CABRERA MORALES (1891-1966) SacerdoteNació en Los Villares el 12 de febrero de 1891. Ingresó en el Seminario de Jaén
en 1904, ordenándose presbítero en 1914. En Jaén fue muy popular. Sirvió
como coadjuntor en la parroquia de San Bartolomé y durante muchos años fue
párroco de la de San Juan/San Pedro. También fue profesor en el Colegio de San
Agustín y Abad de la Universidad de Curas Párrocos. Su última etapa la pasó
como beneficiado de S. I. Catedral. Falleció el 1 de febrero de 1966.
D. FRANCISCO BONILLA ANGUITA (1857-1896) Militar
Nació en Los Villares el 21 de octubre de 1857. En 8 de octubre de 1875
ingresó en la Academia de Infantería de donde salió como alférez en 1878.
Tuvo destinos en el Regimiento de Infantería “Asia” núm 59 y Regimiento de
Infantería “Asturias” núm 31 con los que recorrió diversas guarniciones
españolas. Dueño de un saneado patrimonio que precisaba su atención, en
mayo de 1883 solicitó su paso a la Escala de Reserva con el fin de conseguir
destino en Jaén, donde estuvo hasta 1886 en que fijó su residencia en Los
Villares. Habitó el antiguo Palacio de los Vizcondes y dedicó su tiempo a dar
clases particulares y a sus aficiones literarias e históricas. Fruto de esta asidua
labor fue la creación de una interesante colección arqueológica y la redacción
de un libro sobre la historia de Los Villares que tituló “Cosas rancias de mi
pueblo”. Al reactivarse la Guerra de Cuba, pidió destino en octubre de 1895 en
el Batallón Cazadores de Cataluña núm 1 de guarnición en Córdoba, al que se
incorporó como Primer Teniente. Con él llegó a Cuba en diciembre de 1895
participando desde el primer día en numerosos combates donde acreditó su
valor y pericia táctica. Operando en la provincia de Santa Clara, se sintió
indispuesto por lo que hubo de ingresar en el Hospital Militar el 7 de frebrero
de 1896 aquejado de la temida “fiebre amarilla” que no pudo superar pues
falleció dos días después. Soltero empedernido y sin familiares próximos, su
cadáver no pudo ser repatriado dispersándose sus pertenencias y recuerdos
personales, entre los que se perdió su interesante historia de Los Villares.
D. JOSÉ CAMPOS ALCALDE (1809-1899) Abogado. Director de la Real
Sociedad Económica.
Nació en Los Villares en 7 de junio de 1809. Estudió en la Universidad de
Granada donde se licenció en Derecho en 1832. Fue Promotor Fiscal, Presidente
del Consejo Provincial y Gobernador Civil interior. Estuvo en posesión de la
Gran Cruz de Isabel la Católica. Actuó como jefe provincial del Partido Liberal y
mantuvo una gran amistad con el Duque de la Torre. Dirigió la Real Sociedad
Económica de Amigos del País, fundando su centro Literario en 1861. Falleció
en Jaén el 27 de marzo de 1899.
D. EDUARDO CAMPOS CAMPOS (1870-1957) Escritor
Nació en Los Villares en 1870. Estudió magisterio y en 1910 se estableció en
Málaga donde dirigió una acreditada academia. Unos años más tarde regresó a
Los Villares donde invirtió su tiempo colaborando con numerosos periódicos y
revistas y recogiendo noticias sobre el pasado del pueblo que le sirvieron para
redacar unos curiosos “Apuntes para la historia de Los Villares”. Mantuvo una
amistosa relación con el cronista Cazabán, escribiendo muchos trabajos para la
revista “Don Lope de Sosa”. Falleció en 7 de marzo de 1957.
D. MANUEL-NARCISO GÓMEZ LUQUE (1861-1933) Militar y Canónigo de la
Catedral de Lugo
Oriundo de Los Villares, nació circunstancialmente en Alcalá la Real en 1861
durante una breve estancia de sus padres en aquella ciudad. Con 17 años
marchó a Cuba donde se reactivaba la guerra. Allí ingresó en la Guardia Civil
donde gracias a su arrojo y valor ganó sucesivamente y por méritos de guerra
los empleos de cabo, cabo 1o y sargento. Llamado a la vocación religiosa selicenció y en 1885 ingresó en el Seminario de Santiago de Cuba, ordenándose
presbítero en 23 de diciembre de 1893. Tras desempeñar su labor pastoral en
algunas parroquias, en 1895 pasó como capellán de coro a la Catedral de
Santiago de Cuba. Cuando en 1898 las fuerzas norteamericanas atacaron el
poblado de El Caney, D. Manuel-Narciso se incorporó voluntario a las fuerzas
que defendían la posición. Su labor en el auxilio y evacuación de heridos le
mereció la consideración de “muy distinguido”. Tras la capitulación de Santiago
de Cuba, regresó a España buscando el calor de su familia. En 1 de marzo de
1899 se le nombró coadjuntor de la parroquia de Los Villares. Y aquí estuvo
hasta que el 19 de mayo de 1903, se le nombraba canónigo de la catedral de
Lugo “por méritos de guerra”. Allí permaneció muchos años, plenamente
integrado en la ciudad, hasta su fallecimiento el 22 de julio de 1933. Sus restos
reposan en el Panteón de Canónigos, en el claustro de la Catedral de Lugo.
JUAN DE MATA ESPEJO MOLINA (1855-1942) Músico.
Nació en Los Villares en 2 de marzo de 1855. Desde muy joven vivió ligado al
mundo de la música religiosa, pues varios de sus familiares fueron organistas.
A fines del XIX se trasladó a Jaén donde en 1901 se le encomendó por el
Ayuntamiento la formación de una Banda Municipal, cuya dirección interina
obtuvo. Trabajó como profesor de música en la Real Sociedad Económica de
Amigos del País; dirigió la banda de música del Batallón Infantil. Fue organista
en la parroquia de San Bartolomé y en la capilla de San Andrés y ejerció como
un acreditado profesor particular. Escribió un “Compendio de Solfeo” y
compuso numerosas obras que alcanzaron gran difusión y popularidad, entre
ellas unos “Dolores a Nuestra Señora” y sus conocidas “Letrillas a la Virgen del
Rosario”. Falleció en Jaén en 25 de octubre de 1942.
D. JUAN FRANCISCO NEGRILLO MOLINA (1891-1939) Maestro y escritor.
Nació en Los Villares el 8 de abril de 1891. Durante diez años estudió en los
seminarios de Baeza y Jaén, no llegando a ordenarse sacerdote. Aunque
maestro nacional de profesión fue Secretario de Juzgado en Granada y Juez
Municipal de Beas de Segura. Ejerció como maestro en Campillo de Arenas,
Solera, Villargordo, Beas de Segura y en las escuelas del Ave María de Granada.
Formó a parte de la “Asociación de prensa” en el “Pueblo Católico” de Jaén.
Publicó artículos en la revista de ámbito nacional “Cosmópolis”. Igualmente
colaboró en el periódico profesional “Magisterio Provincial” con una serie de
artículos que firmaba bajo el seudónimo de Juan Franco y que titulaba
“Palabras”. Otras colaboraciones fueron hechas para los diarios “República” y
“Democracia”, éste último en la imprenta de D. José Morales Robles. Entre sus
publicaciones hemos de destacar el libro “Cantares y Sonetos de amor” que
fue publicado en 1920 por la editorial Flores Juveniles y el titulado “Pedagogía
Social”. Muere en Beas de Segura el 25 de mayo de 1939.
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